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Cada doce de febrero*

Dibujo de www.joaquinsabina.net
Con la pinta de poeta pendenciero,
de tahúr metafórico nocturno;
un profeta que desfila por la vida
sin más ropa que besos de tugurios.

Mis letras envidiaban tus palabras

que describían la nostalgia de mis días,
jugando con dieguitos y mafaldas,
chapoteando en arenas movedizas.

Poco a poco mi disfónica guitarra,

de tus rimas y canciones se vestía,
se perdía en cada lúdico compás
y tus proezas, que desbordaban poesía.

Chamuyaba con las musas de la noche,

con un 'tú' que sonaba siempre a 'vos';
a los quince nacían mis primeras líneas
imitando tu disfraz de perdedor.

Desde entonces cada doce de febrero,

mi copa lleno, pero no brindo a tu virtud;
evoco algunos de tus versos más certeros
y enciendo un canutito a tu salud.


                    Cristian Walter

                    (*en honor al gran Joaquín Sabina)
                        12-feb-2014

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