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Etcéteras

   Lejos de respetar el significado que la Real Academia Española le da a la palabra "etcétera", utilizo este espacio para colgar diferentes escritos que pude o no haber publicado ya. 
   Con la opción de lo quiero por escrito, ud. bien podrá hacer uso de su amarreterismo, y podrá imprimirlo, para llevárselo en papel [u otro medio que le resulte más conveniente]; eso sí, recuerde que en concordancia con el copylef, la reproducción a través de medios ópticos, electrónicos, químicos, fotográfico o de fotocopias está permitida y alentada por el autor [o sea, yo], siempre y cuando sea citando la fuente [o sea, a mí] y sin ánimos de lucro.
   Antes que nada, debo reconocer que me resultó difícil decidir qué se puede imprimir, ya que si ud. quisiera imprimir todo, puede hacerlo libremente; pero me pareció muy entretenido revolver mis papeles, mis cosas escritas y "elegir" [aunque uno, en realidad, no elige, sino que acepta], cotejar qué puede gustar más... y dejarme llevar por el mero capricho.
   Espero que sepa disculpar la arbitrariedad, lo disfruten y se deje llevar...

    # Lo imposible... lo quiero por escrito
        # Premonición... lo quiero por escrito
        # al mundo no le importa si vos llorás... lo quiero por escrito
        # Ciento Diez... lo quiero por escrito
        # El camino de regreso... lo quiero por escrito
          # Temporal... lo quiero por escrito
            # Esas manos... lo quiero por escrito
              # Microcuentos... lo quiero por escrito
              # Lo que mata es la humedad... lo quiero por escrito
              # Mientras acaricio tu espalda chiquita... lo quiero por escrito
              Lluvia, por la tarde... lo quiero por escrito
              Cada doce de febrero... lo quiero por escrito

          Entradas populares de este blog

          Tempestad

          Siglos de soledad fría mañana turbia. En esta tempestad,                                                 desangrándote. Sombras en la pared el tiempo que no llega; un después que tiende a                                                      desaparecer. Nubes de cal cubren mi ventana gris; en la oscuridad busco tu luz. El destino apuesta por última vez. En la oscuridad, enlaoscuridad , tu luz. Se marchita el sol con sus besos rabiosos. El silencio viene                                                  sin saber de vos. Ríos de sal tiñen tu grito febril; en la oscuridad busco tu luz. Agoniza el sueño sin saber por qué. En la oscuridad de esta tempestad, tu luz.                                                                        MARZO 2013

          Larga noche

          " Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí." Augusto Monterroso      Oscuridad. Frío. La humedad perforando los huesos. Antes... no, no recordaba el antes. Sentía que desde su antes hasta su ahora habían pasado días, meses... siglos. Siglos de vivir huyendo, temblando por las noches, escuchando un rugido a la distancia, o unas fauces moliendo huesos, o el quejido de algún infeliz que no corrió con la misma suerte.    Suerte, muerte, peste. Notaba la pestilencia de la caverna en la que ahora se encontraba pasando los segundos empapado en una oscuridad amenazante.   Oscuridad, penumbra ; ojos abiertos o cerrados, da igual.   Ahora no se vislumbraba nada. No había ni siquiera esa luz primigenia que había originado las sombras que durante tanto tiempo lo habían perturbado. Quizás por eso sus párpados, pesados, no reaccionaban; no respondían, negándose a sucumbir ante la curiosidad.   ¿Acaso no fue la asesina del gato? ¿y entonces? ¿por qué ahora él

          No es casual

          No es casual que quiera gritarle al mundo que aún existo que llevo tu aliento apretado contra mi pecho, embarrándome de pies a cabeza mientras me ata los tobillos. No es casual que te piense en la soledad de la cocina sumergido en el humo de mi pipa y cegado por el brillo de la pantalla. No es casual que te busque en cada recoveco de la casa en la alacena,  detrás de las verduras, dentro del frasco de café en fondo húmedo del mate. No es casual que no sepa respirar sin tu recuerdo que no pueda caminar sin el remolino que provoca tu cadera sin la turbulencia que deja tu andar. No es casual que todo te traiga a mi cabeza el sonido de los pájaros,  los ladridos de Manyula, el goteo insistente de la canilla de la cocina. No es casual que revise tu respiración cada segundo de la noche que duerma intranquilo en tu abrazo que me pierda en el movimiento de tus párpados. No es casual, lo sé; quizá por eso te escribo.