Ya no tengo nada que perder, no queda nada que ocultar, ni redoblo mis apuestas. Por esta ilusión de merecer que el tiempo debe perdonar a los que no tienen respuesta, voy atravesando la pared porque es difícil, hoy, volar, y no tentarse en los balcones. Y aunque sea imposible de prever, ya ves, me cuesta respirar con tanta mierda en mis pulmones. Hoy todo es tan de menos tan de más tan insuficiente. Hoy todo es tan ajeno tan mortal inevitablemente Cargo en mi espalda los porqués de la discusión con mi destino y alguna que otra yerba. Y aunque esquivo con astucia los tal vez , me choco en mi camino con Sísifo y su piedra. Voy rodando junto a mi niñez y el tipo que ya no seré me pide explicaciones; tras los pasos de alguna mujer [pálida e infiel] encuentro sus razones. Hoy todo es tan de menos tan de más tan insuficiente. Hoy to
Mirar el cielo es más poético que mirarse los pies