Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2014

Decía

Mi garganta escupe estas ideas que la tinta materializa en versos rabiosos. Y ya no es mi voz la que blasfema tu nombre; ni siquiera tus actos los que hacen dudar de tu existencia; es ese séquito de autómatas que te sigue y te nombra, que te venera y te aplaude, que te justifica y te perdona el que hace que pierda mi fe. Ahora que el sol no mira hacia el costado, que las nubes no encuentran tus miserias, que el agua no lava tus errores, que el viento no amontona distracciones, que la lluvia no hipnotiza con su canto, que tu eco no escarba mis oídos y que mi lengua saborea tus mentiras, es ahora -decía- que entiendo claramente. Entiendo al aire que trae tu perfume, a tu aliento que se aferra a mi cuello, a la tierra que retiene mis pasos, al camino que confunde a mis pies, a mi pecho que tiembla en tu presencia, al tiempo que exige nuestros cuerpos; entiendo el porqué de mi llanto de mi aletargamiento de mi furia. Comprendo por qué confundo destino con te

Cuestiones de fondo

Quise erigir un puente entre tu hoy y el mío; quise acercarme, rozarte, apretarte, besarte; quise llevarte de mi mano hacia unhorizontesoñado ; quise empujarte cada vez que no avanzabas; y quise, también, detenerte cuando corrías hacia el abismo, a punto de caer; desafortunadamente, no quise saber qué pensabas hasta la semana pasada cuando te lo pregunté. Si lo hubiera sabido antes, habría sido menos pretencioso.             Cristian Walter              12 oct 2011                (2:57 hs)

Nada

Nada. Al fin de cuentas es lo que siempre queda. Quizás algún 'tal vez' o un 'no sé' disfrazado de promesa futura a no cumplir. Pero en definitiva, la ecuación siempre da nada; ni siquiera cero, porque cero es algo; al menos es la representación de que hay algo que deja el sabor amargo del vacío. En cambio la nada, es la aseveración/cierta de la inexistencia misma. No es siquiera las pastosidad en la boca del cigarrillo recién fumado. No. Es la certera inexistencia; es la ausencia de ese beso jamás dado o recibido. Así concluyen nuestras charlas:               como la más absoluta                                   enorme                                   obscena                                                 nada.

al mundo no le importa si vos llorás (el porqué, Parte I, y libro)

Mi salida de emergencia                                             "creo que no soy responsable del sentido                                                                    o falta de sentido de la vida, pero sí                                                                    soy responsable de lo que haga                                                                    con mi propia y única vida"                                                                                                                                                                                                 Hermann Hesse     Antes que nada, quisiera aclarar que este espacio es algo así como mi jardín personal, mi fondito, para ser más claro.    Elegí llamarlo ' al mundo no le importa si vos llorás ' porque así se llama mi primer libro; así en minúscula y bien desalentador. [Primer libro que está en proceso de publicación hace unas semanas y que pasó un pequeño

Confesión

Te miro y pienso en la noche              y sus miserias, y mi desbocado corazón palpita por las sombras            de otro tiempo. Entonces, arrodillado frente a vos, dejo que mi pluma corra libre y que la tinta se desparrame en estas palabras sin pasado -ni después-. Debería confesar estos milagros.                          Cristian Walter                          9-sep-2011

Soliloquio

El humo te infla el pecho, sabés, y así te mirás en el espejo; entonces, creés que nada es imposible y pensás en una sentencia dylaniana que justifique               tus conductas. Pero los dos, vos y yo,               sabemos,                      o creemos saber, qué pasa por tu cabeza: vos sos el que sonríe, yo, yo bajo la mirada y me lamento. Ahí me escupís el humo a la cara                            y yo maldigo;    maldigo mi paciencia y tu abuso                mi silencio y tus gritos. Y a medida que maldigo tu abuso, tu abuso y tus gritos                                                            se vuelvan míos                       tan míos como el humo de mis pulmones                                                     y el dolor de cabeza. Lo único cierto es este dolor de cabeza que la resaca pretende pornértelo a vos.                  Cristian Walter                   25 ago 2012

Cada doce de febrero*

Dibujo de www.joaquinsabina.net Con la pinta de poeta pendenciero, de tahúr metafórico nocturno; un profeta que desfila por la vida sin más ropa que besos de tugurios. Mis letras envidiaban tus palabras que describían la nostalgia de mis días, jugando con dieguitos y mafaldas , chapoteando en arenas movedizas . Poco a poco mi disfónica guitarra, de tus rimas y canciones se vestía, se perdía en cada lúdico compás y tus proezas, que desbordaban poesía. Chamuyaba con las musas de la noche, con un 'tú' que sonaba siempre a 'vos'; a los quince nacían mis primeras líneas imitando tu disfraz de perdedor. Desde entonces cada doce de febrero, mi copa lleno, pero no brindo a tu virtud; evoco algunos de tus versos más certeros y enciendo un canutito a tu salud.                     Cristian Walter                     (*en honor al gran Joaquín Sabina)                         12-feb-2014

Perdón*

Perdón por las promesas incumplidas por los otoños sin abriles ni ventanas por el tiempo malgastado en falsas esperanzas. Perdón por los días que nos sobren por las horas que te falten por los meses que no vienen ni vendrán. Perdón por las hojas sin tocar por la ropa sin arrugas ni sudor por la arena sin tus huellas en verano. Perdón por llegar tarde a tu vida por llegar justo en el momento                    en el que vos te vas. Perdón por esta pluma por esta tinta encolerizada por estas palabras lastimeras y lacrimógenas. Perdón            por estas ínfulas de escritor.                            Cristian Walter                           *a Candela, a tantas otras más.                             31 ago 2011

Caricias calculadas

Víctima de preguntas homicidas, de te quieros por encargo y caricias calculadas; de labios con sabor a insecticida, con ese aroma amargo de las promesas recitadas. Producto de algún que otro tal vez que viene a desnudarnos cada vez que el silencio se acomoda y la soledad con ropas de justiciera sale de su letargo transformando los minutos y las horas. Del otro lado, casi moribundo, sostenido por el tenue sonido de un latido, dejándose arrastrar por los porqués, masticando bronca y levantando muros, escudándose detrás de un distraído después, rogando ser lo que siempre debió haber sido, emerge, airoso y combativo, un beso de esos que te quitan el aire pero te dejan respirar.                                                    Cristian Walter                                                    Nov 2010